sábado, 19 de enero de 2013

En Valencia, sin pan pero con fútbol

Leer el post te llevará unos 5 minutos. Puedes escucharlo en mi voz, eso sí, no dejes de abrir los links que apoyan mi discurso.

 
Un país sin pies ni cabeza. Eso es España. Ayer estuve en El Corte Inglés,  antes de acudir a la Tertulia de Onda Vasca. En su librería descubrí en la sección Historia de España varios libros: Títulos con apellidos del Régimen pasado tales como Pemán; libros revisionistas como la “Nueva Historia de España” de Pío Moa, el ex comunista que dice que la Guerra Civil comenzó en 1934; y un libro que me llamó mucho la atención “La Historia Torcida de España”. Javier Traite es un joven, aún más que yo, que ha escrito un libro en el que pone de manifiesto la locura de los mandamases de este Reino, dos veces República, desde su constitución. Yo digo que en 1512 y no en 1492. El que no sepa por qué que investigue un poco.



Traite va enumerando locura tras locura, desde las de Juana y descendientes hasta las de Juan Carlos, ese hombre que traicionó a su padre aceptando la corona de manos del Dictador. En esas locuras seguimos. No quiero hablar de política. Quiero hablar de fútbol, pero ya sabemos que el fútbol es dinero y el dinero es política, de eso el Partido en el Gobierno sabe mucho… así que este post va de política y de política en el fútbol.

Comunidad Valenciana. Allí gobierna ese Partido sin hasta hace poco tachadura moral alguna. Lo hace desde 1995 llevando a cabo pequeñas-grandes locuras que han sangrado y sangran a su ciudadanía: malversación de fondos, chantajes, recalificaciones, prevaricaciones, circuitos permanentes y no permanentes de velocidad, trajes que salen de aquí, proyectos faraónicos, correas y urdangarines para adelante y atrás. La última locura de estos valencianos, que no temen a la Justicia demasiado, no ha sido privatizar algo Público, tal vez porque ya no hay nada que privatizar. Cual socialistas, en Alzira se han quedado con pisos de bancos morosos para llevar a cabo un alquiler social… y la Comunidad va a socializar la deuda del Valencia CF, del Elche CF y tal vez del Hércules CF. La SAD Valencia CF será en un 70% de los valencianos, incluso de esos levantinistas que miran mal a sus vecinos.

Parece que seguimos en las mismas, esta vez con el fútbol: privatizamos los beneficios y socializamos las pérdidas de unas SADs que vivieron durante muchos años por encima de sus posibilidades. He dicho Sociedad Anónima Deportiva y no ciudadanía. Aquí han mangado siempre los mismos, con el vuelo rasante de las gaviotas en busca de basura que llevarse a la boca. Los que somos de Getxo, Berango y Leioa aún recordamos las bandadas de estas Sternidae en “La Melena” comiendo basura. Pues bien, la basura, sus pufos nos los comemos todos ahora. Estas gaviotas, desde siempre, han tenido el morro fino y se han acostumbrado a lo mejor: al lujo, a las joyas, a los sobres con euros que no existen…  en Iparralde se han creado euskos, les voy dando ideas.

La Comunidad Valenciana tras 17 años de ¿Buen Gobierno?, pidió el rescate de su economía al Gobierno de España. La solicitud era de más de 4.500 millones de euros y visto que se van a quedar con el 70% del Valencia CF, una SAD llena de deudas, parece que lo han recibido; eso sí los bancos de alimentos de la Comunidad no dan abasto, las deudas con las farmacias son millonarias, los niños estudian en barracones… y muchas más cosas de las que no me acuerdo. La ayuda pedida a los primos-hermanos de Madrid iba a ser para subsanar todas esas anomalías. ¡Pan y fútbol! El problema es que no hay ni pan, ni medicación alguna contra los daños provocados por la inanición, pero sí para el fútbol.

El economista y profesor de la Universidad de Barcelona, José María Gay de Liébana, viendo la deuda de los clubes dejó claro que salvo Athletic, Real Madrid y Fútbol Club Barcelona, todos pueden desaparecer. Seguro que el Barça tuvo en su día apoyos económicos públicos. El Athletic los tiene de parte de la Diputación y el Madrid logró recalificar terrenos a precio de oro. Lo que está claro es que el fútbol dejó de ser hace muuucho tiempo deporte para ser sólo negocio. Este negocio está siendo ruinoso para el Valencia y Valencia entera. La  deuda del Club, hace un año, estaba en 370 millones de euros.

La sociedad se desangra y los políticos sólo hacen que untar dinero a los clubes. Si la empresa SAD no es viable, que desaparezca. No se puede mantener lo que es inasumible por la ciudadanía.

¡Valencia es la tierra de los Fabra, los Correa y los demás!